El periodo que tradicionalmente viene siendo conocido en nuestro país como la Restauración, encarnó una forma de organizar el sistema político, de manera más o menos estable a cambio de sacrificar la eficiencia administrativa y la democracia política. Con el beneplácito del monarca, los partidos turnantes, conservadores y liberales, regularon sin ninguna dificultad la vida política del país ante el intrascendente papel jugado por republicanos y socialistas. Funcionaron como clientelas políticas o amigos políticos, cuyas conexiones se basaron en los favores mutuos y en las influencias caciquiles. Los conservadores atrajeron a un amplio grupo de latifundistas y además contaron con más prensa que los liberales en el último cuarto del XIX y primera década del XX (1)
Con respecto a la Restauración en nuestro pueblo, en el Agricultor Manchego, periódico rodense conservador, con motivo de la muerte de Enrique Escobar, aparece un artículo donde se hace referencia a las familias tradicionales de La Roda, que se fueron turnando alternativamente en el poder, siendo las encargadas de gobernar a una mayoría de población ignorante de las ideas que representaban dichas sagas familiares:
nuestros convecinos, sin más conocimientos de partido, es decir, sin saber si eran liberales o conservadores, tradicionalistas o progresistas, monárquicos o republicanos, eran simplemente éstos: Garcías y Escobares. De estos partidos recibían los favores y privilegios y a estos partidos sometían la adhesión de su voto (…)
(…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario