viernes, 7 de noviembre de 2025

HOMENAJE A CINCO VÍCTIMAS DEL NAZISMO DE LA RODA (ALBACETE)

 

     El 27 de abril de 2024 se instalaron en el centro del municipio de La Roda (Albacete), cinco Stolpersteine o ladrillos de la memoria para recordar y homenajear a los cinco rodenses que fueron deportados y asesinados en campos de concentración nazis. Estos rodenses, exiliados republicanos, representan una parte fundamental de la memoria democrática de España y enlazan la historia de nuestro país con la historia de Europa. Desde la Asociación de Memoria Histórica de La Roda y comarca, reconocemos la importancia de honrar la memoria de estas personas que huyeron de la guerra civil española y que fueron sorprendidos en Europa con la II Guerra Mundial, muriendo de forma dramática, injusta, cruel e inhumana en campos de concentración nazis por defender valores democráticos que hoy disfrutamos todos, afortunadamente.

     La idea de colocar estos ladrillos parte del artista alemán Gunter Demnig y fue puesta en práctica por primera vez en su ciudad natal, Colonia, para homenajear a los gitanos de esta ciudad que fueron deportados a campos de concentración. Dada la inmensa magnitud del Holocausto, lo habitual es encontrar Stolpersteine dedicados a personas de religión judía, pero no es algo exclusivo. Se han colocado para recordar a víctimas de otras religiones, personas con incapacidades, homosexuales, deportados políticos, exiliados, trabajadores forzosos, pacifistas, personas sin hogar, incluso miembros de las Brigadas Internacionales en España. A día de hoy se pueden encontrar en aproximadamente 2.000 ciudades de 27 países, 26 europeos y Argentina, pudiendo decir que es el conjunto monumental más extenso a nivel mundial.

     Para este homenaje contamos con la presencia de Benito Bermejo, historiador, profesor e investigador independiente que ha destacado por el estudio de españoles deportados a campos nazis. Es autor, junto a Sandra Checa, del Libro memorial. Españoles deportados a campos nazis (1940-1945), Ministerio de Cultura (2006). Se trata de un minucioso inventario de los, al menos, 9.000 españoles que fueron enviados a estos campos de exterminio. También ha estudiado en detalle la figura del fotógrafo Francisco Boix, que trabajó en el servicio de identificación de Mauthausen-Gusen. Rescató unas 20.000 fotografías a punto de ser destruidas por las autoridades nazis. Escribió su biografía y trabajó como guionista e investigador en el documental sobre Boix estrenado en el año 2.000 y nominado a un premio Emmy. Nuestro invitado también ha entrevistado a cerca de 100 supervivientes del Holocausto, entre ellos, a un superviviente de La Roda, Salustiano Checa.

Benito Bermejo
Benito Bermejo

     Como bien sabemos, la guerra civil española finaliza un 1 de abril de 1939, tan solo seis meses antes de que estallara el conflicto mundial en Europa. Muchos de los combatientes republicanos lucharon junto a los aliados, como con la división francesa "La Nueve" (la primera en entrar en París). La mayoría combatió contra el fascismo con la convicción de que esta guerra era la continuación de su lucha contra el franquismo (lo cuál era cierto). Sin embargo, pensaban, engañados en la mayoría de los casos, que los aliados, tras su victoria, acabarían con el régimen de Franco. Por desgracia esto nunca llegó a ocurrir.

     De los cinco exiliados de La Roda que acabaron en campos de exterminio nazis, dos de ellos sobrevivieron. Uno de ellos fue Salustiano Checa Ayuso, rodense nacido en 1913. Tras huir de España es detenido es Estrasburgo e ingresa en Mauthausen en diciembre de 1940. Es sorprendente que pudiera sobrevivir al horror de este campo nazi, siendo liberado al término de la II Guerra Mundial. Vivió en Bompas, Perpignan, hasta la fecha de su muerte en 2003.


Salustiano Checa

     Francisco Talavera también sobrevivió. Nació en 1978 y, como la mayoría de estas personas, era trabajador del campo. Tras huir por los Pirineos fue detenido en Beauneaire en mayo de 1944 y trasladado a Toulousse. De ahí lo llevan al campo de Buchenwald, donde ingresa entre agosto y septiembre de 1944. En Buchenwald, a estas alturas de la contienda era más fácil sobrevivir. En 1945 fue liberado a la edad de 67 años.

     Los otros tres rodenses no tuvieron tanta suerte, si es que podemos llamar suerte a sobrevivir al Holocausto pues, como dijera Eduardo de Guzmán al término de la guerra civil española: "los vivos acabaron envidiando a los muertos". En cualquier caso, este fue el destino de los tres rodenses que fallecieron en Mauthausen: 

     Miguel Carrizo Díaz, nacido en 1901, tras la Guerra Civil huye a Francia. Fue detenido en Gorlitz (Alemania) en abril de 1941. Ingresa en Mauthausen (Austria) donde es asesinado en septiembre de 1942 a la edad de 41 años. 

Miguel Carrizo Díaz

     Juan Marchante López, nacido en 1911, tras abandonar España, es detenido por los nazis en Zagan (Polonia) y porsteriormente se le localiza en Treveris (Alemania) desde donde lo trasladan a Mauthausen en enero de 1941. Muere en la cantera subcampo de Gusen en junio de 1942 a la edad de 31 años.

     La suerte de Herminio Martínez Vinuesa fue similar a la de Juan. Herminio nació en 1909. Tras huir de España también es detenido en Zagan y trasladado a Treveris. Ingresa en Mauthausen en enero de 1941. En octubre del mismo año muere en la cantera de Gusen a la edad de 33 años.

Herminio Martínez Vinuesa

     De las 90.000 personas asesinadas en Mauthausen, sin contar con los supervivientes, más de 5.000 eran españoles. Como hemos visto, tres eran de La Roda, aparte de los liberados. Tenemos dudas con respecto  a otro posible superviviente, José León Ávalos. Todavía no hemos podido confirmarlo.

José León Ávalos

Junto al cantautor Martín Alcahuz

Junto al alcalde Juan Ramón Amores


domingo, 13 de noviembre de 2022

EXPOSICIÓN "MEMORIA DESENTERRADA"



    La primera exposición sobre fosas comunes en la provincia de Albacete llega a La Roda de la mano de la asociación Memoria Histórica La Roda y comarca en colaboración con Acció Ciutadana contra la impunitat del franquisme, Plataforma suport querella argentina País Valencià y el Ayuntamiento de La Roda.

    Expuesta en el Centro Cultural San Sebastián, esta exposición itinerante de la comunidad valenciana sobre las fosas de Paterna es una muestra colectiva que reúne obras de Eloy Ariza, Eva Mañez, Gema López, Carme B. Godella, Paco Collado, Oscar Navarro y Sergi Tarín.

    La exposición incluye una sección con imágenes del cementerio de La Roda llamada "Memoria enterrada" pues aún está pendiente iniciar los trabajos de exhumación para recuperar los restos de las víctimas de la represión franquista en esta localidad.

    No obstante, en la sala de exposiciones del Centro Cultural se ha instalado un panel con los nombres de todas las personas represaliadas en La Roda. Un primer paso: recuperar en el espacio público sus nombres.

    La dignificación de las personas asesinadas por Franco después de la guerra plantea la primera necesidad de recuperar y entregar sus restos a petición de los familiares. En segundo lugar, también se trata de una necesidad de tipo colectivo e histórico para cerrar de manera sana y definitiva este capítulo de nuestra historia.

    Las fosas comunes de La Roda podrían haber sido intervenidas en otoño de 2022 pero por motivaciones de naturaleza política, dichas actuaciones han tenido que ser aplazadas. Desde la asociación de memoria histórica de La Roda y comarca esperamos que en 2023 estas personas reciban una sepultura digna, acabando por fin con tantos años de injusticia, silencio y sufrimiento.














Grupos de estudiantes vii



















miércoles, 17 de agosto de 2022

POR FIN CAYÓ LA PLACA

 




     “Aunque muchxs no tengan la capacidad de verlo, hoy es un gran día para el pueblo de La Roda”. Desde la asociación de memoria histórica, así hemos felicitado a nuestro alcalde, Juan Ramón Amores.

    Por diversas razones, el día de hoy representa un hito histórico en nuestra localidad. En primer lugar, porque por fin, después de haber transcurrido 47 años tras la muerte del dictador, uno de los monumentos más representativos de la memoria del franquismo, desaparece de la vía pública. Y no se trata de cualquier vía pública, pues esta placa conmemorativa lucía en el centro neurálgico del pueblo, en lo más alto, en la fachada principal de la Iglesia del Salvador; una placa con los nombres de las personas que murieron en una guerra provocada por el fascismo de dentro y de fuera, y en la que jamás figuraron los caídos en defensa de la democracia. El mundo al revés, hasta el día de hoy.

  Desde la asociación de memoria histórica de La Roda, a la que yo pertenezco, reconocemos que las expectativas eran grandes y las esperanzas pocas. Sin embargo, esta necesidad, repetimos, “histórica”, finalmente se ha hecho realidad en la mañana del 17 de agosto de 2022. Desde que se adoptara el acuerdo plenario en diciembre de 2020 para la retirada de la placa a los caídos, nos consta que el equipo de gobierno ha luchado contra viento y marea para poder eliminar este símbolo de nuestro espacio compartido.

     Lo que no ha sido una sorpresa, es poder leer debajo de dicha placa la leyenda: Jose Antonio Primo de Rivera ¡presente! La placa fue instalada en 1949 pero como es obvio, desde el fin de la guerra, el líder del partido fascista español tenía un gran espacio reservado en nuestro pueblo para ser homenajeado bajo la parafernalia de la exaltación franquista. Después fueron añadidos los gloriosos mártires de la cruzada y solo ellos, porque las casi cien personas defensoras de la democracia que también fueron asesinadas, jamás tuvieron reflejo en esa placa. Al fin y al cabo, estos rojos infieles ni eran españoles ni por supuesto, existían.

     Por ahondar un poco en las raíces de lo que venimos hablando, hemos de recordar que Jose Antonio Primo de Rivera fue el fundador de Falange Española, el equivalente en España al Partido Nazionalsocialista Obrero Alemán, el Frente Patriótico de Austria o el Partido Nacional Fascista italiano. Jose Antonio fue juzgado en Alicante por conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la Segunda República, condenado a muerte y ejecutado el 20 de noviembre de 1936.

   A pesar de que los nazis organizaron varios planes para rescatarlo antes de ser fusilado, Franco nunca tuvo una actitud decidida para proceder a su liberación. Ocultó su muerte durante casi dos años y finalmente acabó sacando buen provecho del “sacrificio” con fines de propaganda. Según el hispanista Paul Preston, “el Caudillo se regocijó en privado de que un hombre a quien siempre había odiado por ser un elegante playboy, ya no pudiera constituir una presencia incómoda en Salamanca. Le dijo maliciosamente a Serrano Súñer que tenía pruebas de que el dirigente falangista había muerto como un cobarde”.

     Cuando el 18 de julio de 1938 se hace oficial la muerte de Jose Antonio, Franco ya había diseñado su plan para deshacerse de su sucesor, Manuel Hedilla, y para apoderarse de Falange. En adelante, el proceso de fascistización de la España franquista fue paralelo e inseparable de las labores de adoctrinamiento, propaganda y legitimación ideológica del régimen. Aquí la figura de la Iglesia católica jugó un papel decisivo. Aparte del monopolio de la educación, exenciones fiscales, concordatos, financiación con fondos públicos o el robo de niños, la instalación de placas en las iglesias de pueblos y en las fachadas de basílicas y catedrales fue una de las campañas más sobresalientes y duraderas en la estrategia de marketing de la iglesia en connivencia con el nuevo Estado desde su posición de vencedores.

     En La Roda, como en el resto de pueblos y ciudades del país, se rindió culto a la figura de Jose Antonio desde el fin de la guerra y, como decíamos, en 1949 se abrió una suscripción voluntaria para la adquisición y colocación de una lápida en la iglesia de El Salvador con unos pocos caídos: los de “ por Dios y por España”. En los libros de actas de plenos del Ayuntamiento aparece un registro en abril de 1949 por el que el consistorio local contribuía con la cantidad de 1.000 pesetas; una cifra elevadísima para la época debido a la precaria situación económica del momento, según denuncian constantemente las nuevas autoridades municipales. Todo esto y algunas cosas más, como la misa que se ha venido celebrando cada 23 de agosto en honor a los “caídos”, cerraba el círculo de la victoria franquista, recordando “como Dios manda” a sus muertos por los siglos de los siglos. Así fue la paz y la reconciliación de Franco.



     La construcción del nacionalcatolicismo fue la guinda del pastel para una sociedad rota y famélica, sometida a la represión continuada, a la humillación de los derrotados, al olvido y el silencio. Cielo para los mártires y tierra para las otras víctimas; honor para militares y políticos franquistas, con calles y monumentos, y silencio para quienes fueron abandonados por sus asesinos en cunetas, tapias de cementerios y fosas comunes. Y por si fuera poco, durante los años del gobierno de Aznar, cientos de eclesiásticos y civiles muertos durante la guerra fueron beatificados, mientras que las víctimas del terror franquista no tenían ni gloria ni reparación. 

     A pesar de todas las trabas, y del tiempo transcurrido, de hecho demasiado, la aplicación de la Ley 52/2007 se ha ido abriendo paso también en La Roda. El impulso definitivo ha venido con el nuevo equipo de gobierno que en enero de 2020 dio sus primeros pasos en la aplicación de la ley sobre memoria histórica, con la sustitución del nombre del CEIP Jose Antonio por el de Purificación Escribano. Finalmente, por acuerdo plenario de diciembre de 2020, se acordaba quitar el monolito a Jose Antonio, la medalla de oro concedida a Franco por el Ayuntamiento, cambiar el nombre de las calles franquistas y retirar la placa de los caídos. Nuestra más sincera enhorabuena al Grupo Municipal Socialista de La Roda.

    Sin embargo, la memoria histórica no termina aquí. Por desgracia hay un sector de la sociedad civil y de políticos que la representan que niegan la represión franquista, las miles de víctimas asesinadas sin registrar, y no quieren que el Estado gestione la búsqueda e identificación de estos desaparecidos. Es una pena que no haya consenso entre los políticos de diferentes ideologías para cerrar página de una vez por todas, como lo hay en Francia, Italia o Alemania con respecto a su pasado, donde todxs, incluidos demócratas de derechas también han condenado los movimientos de extrema derecha como el fascismo, el nazismo o el gobierno de la Francia de Vichy. Aunque la memoria histórica genere tensiones en el corto plazo, sobre todo en los pueblos más pequeños y conservadores de la España de provincias, en el largo y medio plazo tendrá un efecto beneficioso ya que fomenta la reconciliación y fortalece el consenso democrático.

  En La Roda, un pueblo de tradición conservadora y ultraconservadora, la memoria pública del franquismo se ha ido difuminando a duras penas; el franquismo sociológico, sigue férreamente enraizado. Desde nuestro punto de vista, hay varias razones que explican la negativa de la derecha a aplicar la ley de memoria histórica. La ligereza con que se trata al fascismo en nuestro país es inadmisible y además impensable en el resto de Europa porque aquí no hubo ningún tipo de desnazificación o desfascistización. España no participó en la II Guerra Mundial y, por tanto, aquí los vencedores de la Guerra Civil se dedicaron a construir una dictadura de inspiración fascista que duró 40 años. Durante este tiempo, diseñaron unas memorias peculiares basadas en el engaño, en el odio y en la manipulación de la historia con el objetivo de exaltar los valores del régimen. En segundo lugar, con la ley de amnistía de 1977 se pasó página a los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la guerra y el franquismo. Los vencedores recuperaron sus víctimas, las homenajearon y fueron declaradas mártires, siendo dignamente enterradas. El resto quedó abandonado en cunetas y cementerios sin posibilidad ninguna de justicia. En este sentido, nuestra democracia se construyó sobre las cenizas de un genocidio. No fue un genocidio sistemático al modo alemán, pero sí genocidio generalizado. En tercer lugar, luchar en contra de la memoria histórica a la derecha, sobre todo a la extrema derecha, le proporciona votos. El discurso contrario a la revisión de la historia moviliza a sus seguidores. Algunos de sus argumentos son que el pasado es pasado, que queremos cambiar la historia o que la memoria histórica es un asunto privado.

    A toda esta gente les podemos explicar muchas cosas, pero lo más importante que podemos decir, es que no se trata de reescribir la historia, que es el trabajo de los historiadores, ni de establecer una memoria oficial, puesto que cada individuo o colectividad tiene derecho a la suya propia. Se trata de superar, de una vez por todas, los restos de la memoria oficial de una dictadura criminal que quiso dejarlo todo "atado y bien atado", y de restablecer la dignidad y el derecho a la verdad.

     Y a aquellos que dicen que estamos reabriendo viejas heridas, decirles que las heridas nunca se cerraron y que todavía estamos impregnados de un pasado violento sin resolver. España no es el segundo país del mundo con más fosas pero eso no le quita ni un gramo a la crueldad de una dictadura criminal levantada a golpe de sublevación militar, guerra civil, políticas de exterminio y victoria sobre los vencidos. 83 años después de la guerra y 47 después de Franco, hay que llevar la enseñanza de ese pasado a las escuelas, combatir la mentira, cuidar los lugares de memoria y crear otros nuevos y rescatar del olvido y de las fosas a todas las víctimas. En definitiva, verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.


"Perdonar no es olvidar el daño,

es recordarlo sin odio ni rencor;

es activar la memoria histórica de manera pacífica,

sin lastimar ni lastimarte"