domingo, 13 de noviembre de 2022

EXPOSICIÓN "MEMORIA DESENTERRADA"



    La primera exposición sobre fosas comunes en la provincia de Albacete llega a La Roda de la mano de la asociación Memoria Histórica La Roda y comarca en colaboración con Acció Ciutadana contra la impunitat del franquisme, Plataforma suport querella argentina País Valencià y el Ayuntamiento de La Roda.

    Expuesta en el Centro Cultural San Sebastián, esta exposición itinerante de la comunidad valenciana sobre las fosas de Paterna es una muestra colectiva que reúne obras de Eloy Ariza, Eva Mañez, Gema López, Carme B. Godella, Paco Collado, Oscar Navarro y Sergi Tarín.

    La exposición incluye una sección con imágenes del cementerio de La Roda llamada "Memoria enterrada" pues aún está pendiente iniciar los trabajos de exhumación para recuperar los restos de las víctimas de la represión franquista en esta localidad.

    No obstante, en la sala de exposiciones del Centro Cultural se ha instalado un panel con los nombres de todas las personas represaliadas en La Roda. Un primer paso: recuperar en el espacio público sus nombres.

    La dignificación de las personas asesinadas por Franco después de la guerra plantea la primera necesidad de recuperar y entregar sus restos a petición de los familiares. En segundo lugar, también se trata de una necesidad de tipo colectivo e histórico para cerrar de manera sana y definitiva este capítulo de nuestra historia.

    Las fosas comunes de La Roda podrían haber sido intervenidas en otoño de 2022 pero por motivaciones de naturaleza política, dichas actuaciones han tenido que ser aplazadas. Desde la asociación de memoria histórica de La Roda y comarca esperamos que en 2023 estas personas reciban una sepultura digna, acabando por fin con tantos años de injusticia, silencio y sufrimiento.














Grupos de estudiantes vii



















miércoles, 17 de agosto de 2022

POR FIN CAYÓ LA PLACA

 




     “Aunque muchxs no tengan la capacidad de verlo, hoy es un gran día para el pueblo de La Roda”. Desde la asociación de memoria histórica, así hemos felicitado a nuestro alcalde, Juan Ramón Amores.

    Por diversas razones, el día de hoy representa un hito histórico en nuestra localidad. En primer lugar, porque por fin, después de haber transcurrido 47 años tras la muerte del dictador, uno de los monumentos más representativos de la memoria del franquismo, desaparece de la vía pública. Y no se trata de cualquier vía pública, pues esta placa conmemorativa lucía en el centro neurálgico del pueblo, en lo más alto, en la fachada principal de la Iglesia del Salvador; una placa con los nombres de las personas que murieron en una guerra provocada por el fascismo de dentro y de fuera, y en la que jamás figuraron los caídos en defensa de la democracia. El mundo al revés, hasta el día de hoy.

  Desde la asociación de memoria histórica de La Roda, a la que yo pertenezco, reconocemos que las expectativas eran grandes y las esperanzas pocas. Sin embargo, esta necesidad, repetimos, “histórica”, finalmente se ha hecho realidad en la mañana del 17 de agosto de 2022. Desde que se adoptara el acuerdo plenario en diciembre de 2020 para la retirada de la placa a los caídos, nos consta que el equipo de gobierno ha luchado contra viento y marea para poder eliminar este símbolo de nuestro espacio compartido.

     Lo que no ha sido una sorpresa, es poder leer debajo de dicha placa la leyenda: Jose Antonio Primo de Rivera ¡presente! La placa fue instalada en 1949 pero como es obvio, desde el fin de la guerra, el líder del partido fascista español tenía un gran espacio reservado en nuestro pueblo para ser homenajeado bajo la parafernalia de la exaltación franquista. Después fueron añadidos los gloriosos mártires de la cruzada y solo ellos, porque las casi cien personas defensoras de la democracia que también fueron asesinadas, jamás tuvieron reflejo en esa placa. Al fin y al cabo, estos rojos infieles ni eran españoles ni por supuesto, existían.

     Por ahondar un poco en las raíces de lo que venimos hablando, hemos de recordar que Jose Antonio Primo de Rivera fue el fundador de Falange Española, el equivalente en España al Partido Nazionalsocialista Obrero Alemán, el Frente Patriótico de Austria o el Partido Nacional Fascista italiano. Jose Antonio fue juzgado en Alicante por conspiración y rebelión militar contra el gobierno de la Segunda República, condenado a muerte y ejecutado el 20 de noviembre de 1936.

   A pesar de que los nazis organizaron varios planes para rescatarlo antes de ser fusilado, Franco nunca tuvo una actitud decidida para proceder a su liberación. Ocultó su muerte durante casi dos años y finalmente acabó sacando buen provecho del “sacrificio” con fines de propaganda. Según el hispanista Paul Preston, “el Caudillo se regocijó en privado de que un hombre a quien siempre había odiado por ser un elegante playboy, ya no pudiera constituir una presencia incómoda en Salamanca. Le dijo maliciosamente a Serrano Súñer que tenía pruebas de que el dirigente falangista había muerto como un cobarde”.

     Cuando el 18 de julio de 1938 se hace oficial la muerte de Jose Antonio, Franco ya había diseñado su plan para deshacerse de su sucesor, Manuel Hedilla, y para apoderarse de Falange. En adelante, el proceso de fascistización de la España franquista fue paralelo e inseparable de las labores de adoctrinamiento, propaganda y legitimación ideológica del régimen. Aquí la figura de la Iglesia católica jugó un papel decisivo. Aparte del monopolio de la educación, exenciones fiscales, concordatos, financiación con fondos públicos o el robo de niños, la instalación de placas en las iglesias de pueblos y en las fachadas de basílicas y catedrales fue una de las campañas más sobresalientes y duraderas en la estrategia de marketing de la iglesia en connivencia con el nuevo Estado desde su posición de vencedores.

     En La Roda, como en el resto de pueblos y ciudades del país, se rindió culto a la figura de Jose Antonio desde el fin de la guerra y, como decíamos, en 1949 se abrió una suscripción voluntaria para la adquisición y colocación de una lápida en la iglesia de El Salvador con unos pocos caídos: los de “ por Dios y por España”. En los libros de actas de plenos del Ayuntamiento aparece un registro en abril de 1949 por el que el consistorio local contribuía con la cantidad de 1.000 pesetas; una cifra elevadísima para la época debido a la precaria situación económica del momento, según denuncian constantemente las nuevas autoridades municipales. Todo esto y algunas cosas más, como la misa que se ha venido celebrando cada 23 de agosto en honor a los “caídos”, cerraba el círculo de la victoria franquista, recordando “como Dios manda” a sus muertos por los siglos de los siglos. Así fue la paz y la reconciliación de Franco.



     La construcción del nacionalcatolicismo fue la guinda del pastel para una sociedad rota y famélica, sometida a la represión continuada, a la humillación de los derrotados, al olvido y el silencio. Cielo para los mártires y tierra para las otras víctimas; honor para militares y políticos franquistas, con calles y monumentos, y silencio para quienes fueron abandonados por sus asesinos en cunetas, tapias de cementerios y fosas comunes. Y por si fuera poco, durante los años del gobierno de Aznar, cientos de eclesiásticos y civiles muertos durante la guerra fueron beatificados, mientras que las víctimas del terror franquista no tenían ni gloria ni reparación. 

     A pesar de todas las trabas, y del tiempo transcurrido, de hecho demasiado, la aplicación de la Ley 52/2007 se ha ido abriendo paso también en La Roda. El impulso definitivo ha venido con el nuevo equipo de gobierno que en enero de 2020 dio sus primeros pasos en la aplicación de la ley sobre memoria histórica, con la sustitución del nombre del CEIP Jose Antonio por el de Purificación Escribano. Finalmente, por acuerdo plenario de diciembre de 2020, se acordaba quitar el monolito a Jose Antonio, la medalla de oro concedida a Franco por el Ayuntamiento, cambiar el nombre de las calles franquistas y retirar la placa de los caídos. Nuestra más sincera enhorabuena al Grupo Municipal Socialista de La Roda.

    Sin embargo, la memoria histórica no termina aquí. Por desgracia hay un sector de la sociedad civil y de políticos que la representan que niegan la represión franquista, las miles de víctimas asesinadas sin registrar, y no quieren que el Estado gestione la búsqueda e identificación de estos desaparecidos. Es una pena que no haya consenso entre los políticos de diferentes ideologías para cerrar página de una vez por todas, como lo hay en Francia, Italia o Alemania con respecto a su pasado, donde todxs, incluidos demócratas de derechas también han condenado los movimientos de extrema derecha como el fascismo, el nazismo o el gobierno de la Francia de Vichy. Aunque la memoria histórica genere tensiones en el corto plazo, sobre todo en los pueblos más pequeños y conservadores de la España de provincias, en el largo y medio plazo tendrá un efecto beneficioso ya que fomenta la reconciliación y fortalece el consenso democrático.

  En La Roda, un pueblo de tradición conservadora y ultraconservadora, la memoria pública del franquismo se ha ido difuminando a duras penas; el franquismo sociológico, sigue férreamente enraizado. Desde nuestro punto de vista, hay varias razones que explican la negativa de la derecha a aplicar la ley de memoria histórica. La ligereza con que se trata al fascismo en nuestro país es inadmisible y además impensable en el resto de Europa porque aquí no hubo ningún tipo de desnazificación o desfascistización. España no participó en la II Guerra Mundial y, por tanto, aquí los vencedores de la Guerra Civil se dedicaron a construir una dictadura de inspiración fascista que duró 40 años. Durante este tiempo, diseñaron unas memorias peculiares basadas en el engaño, en el odio y en la manipulación de la historia con el objetivo de exaltar los valores del régimen. En segundo lugar, con la ley de amnistía de 1977 se pasó página a los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la guerra y el franquismo. Los vencedores recuperaron sus víctimas, las homenajearon y fueron declaradas mártires, siendo dignamente enterradas. El resto quedó abandonado en cunetas y cementerios sin posibilidad ninguna de justicia. En este sentido, nuestra democracia se construyó sobre las cenizas de un genocidio. No fue un genocidio sistemático al modo alemán, pero sí genocidio generalizado. En tercer lugar, luchar en contra de la memoria histórica a la derecha, sobre todo a la extrema derecha, le proporciona votos. El discurso contrario a la revisión de la historia moviliza a sus seguidores. Algunos de sus argumentos son que el pasado es pasado, que queremos cambiar la historia o que la memoria histórica es un asunto privado.

    A toda esta gente les podemos explicar muchas cosas, pero lo más importante que podemos decir, es que no se trata de reescribir la historia, que es el trabajo de los historiadores, ni de establecer una memoria oficial, puesto que cada individuo o colectividad tiene derecho a la suya propia. Se trata de superar, de una vez por todas, los restos de la memoria oficial de una dictadura criminal que quiso dejarlo todo "atado y bien atado", y de restablecer la dignidad y el derecho a la verdad.

     Y a aquellos que dicen que estamos reabriendo viejas heridas, decirles que las heridas nunca se cerraron y que todavía estamos impregnados de un pasado violento sin resolver. España no es el segundo país del mundo con más fosas pero eso no le quita ni un gramo a la crueldad de una dictadura criminal levantada a golpe de sublevación militar, guerra civil, políticas de exterminio y victoria sobre los vencidos. 83 años después de la guerra y 47 después de Franco, hay que llevar la enseñanza de ese pasado a las escuelas, combatir la mentira, cuidar los lugares de memoria y crear otros nuevos y rescatar del olvido y de las fosas a todas las víctimas. En definitiva, verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.


"Perdonar no es olvidar el daño,

es recordarlo sin odio ni rencor;

es activar la memoria histórica de manera pacífica,

sin lastimar ni lastimarte"













lunes, 1 de noviembre de 2021

Nueva asociación de memoria histórica en la provincia de Albacete





     Desde la asociación de reciente creación que hemos llamado “Memoria Histórica La Roda y comarca” os damos la bienvenida a todos los seguidores y seguidoras y personas interesadas en recuperar aquella parte de nuestra historia que nos obligaron a olvidar. Nuestro objetivo, como no podía ser de otra forma, consiste en mejorar y ampliar el conocimiento de nuestra historia más reciente, dadas las enormes deficiencias que en este sentido afectan a la sociedad española después de 40 años de dictadura aun habiendo transcurrido ya varias décadas de democracia. El daño infringido a la sociedad española fue tan intenso que sus efectos llegan al día de hoy. Desde la profesionalidad y la honestidad, reconstruiremos la falsa y distorsionada visión que se nos ofreció de nuestro pasado pero, sobre todo y ante todo, intentaremos rescatar la memoria y en último término, los restos de los y las represaliadas por el franquismo. Sus cadáveres todavía permanecen en fosas comunes de cunetas y cementerios a lo largo y ancho de nuestro país aunque obviamente el ámbito de actuación de esta asociación será La Roda y comarca.

     Con respecto al nombre de la asociación, hemos optado por el término “comarca” para dar a entender que nos referimos a los pueblos colindantes aunque, si queremos ser estrictos, en realidad se trata de los pueblos que al terminar la guerra civil española formaban parte del partido judicial de La Roda. Al ser cabeza de partido, en La Roda se celebraron cientos de consejos de guerra donde se procesaba no solo a rodenses sino también a muchas personas de los alrededores. Esta es la razón por la que en las fosas comunes de La Roda, aparte de los cadáveres de nativos de la localidad, también se hayan los restos de represaliados de Fuensanta, Tarazona de la Mancha, Madrigueras, Villalgordo del Júcar, Minaya, Munera, Lezuza y de otros pueblos y ciudades foráneas como Villanueva de la Jara y Casas de Benítez (Cuenca), Reolid (Albacete), Alcaudete de la Jara (Toledo), Monforte (Alicante) y Madrid. Urgía la formación de una asociación de estas características en este territorio de la provincia de Albacete. Junto a la existencia de asociaciones similares en Almansa y Alcaraz, aunaremos nuestras fuerzas a nivel provincial y regional para que, sin prisa pero sin pausa, las distintas instituciones y administraciones públicas cumplan con la Ley de Memoria Histórica. Esperamos y deseamos que no se eternicen los trámites para la aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática.

     Mientras que el trabajo de investigación y localización de fosas comunes no sea una tarea que implique de manera directa al Estado español, desgraciadamente esta necesidad ha sido solventada a duras penas por las pocas familias que disponían de las fuerzas suficientes para enfrentarse a esta hercúlea labor. Así, gracias a las diversas asociaciones memorialistas que se han ido constituyendo en España desde el inicio de la democracia, se han podido recuperar los restos de miles de represaliados y represaliadas repartidos por miles de fosas comunes ocultas en suelo español. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, a día de hoy existen en España unas 3.000 fosas documentadas y un documento oficial atribuye una cifra exacta de 114.226 personas desaparecidas.

     Debido al paso del tiempo y a las enormes dificultades con que las familias se han encontrado, tenemos constancia de que muchas de ellas se resignaron y abandonaron la posibilidad de recuperar los restos de sus familiares. De esta manera, la asociación se constituye como puente de enlace entre las administraciones y todos aquellos familiares interesados en recuperar los restos de sus seres queridos cuando así lo deseen. En este sentido, en la asociación ya disponemos de una importante investigación previa de naturaleza histórica, antropológica y de trabajo de campo con todos los datos relativos a todas las personas que pueden permanecer en las fosas comunes tanto del cementerio civil como sagrado de La Roda. Según nuestros cálculos, de entre todos los fusilados (incluida una mujer) y muertos en la cárcel del partido, en esta localidad asesinaron una vez finalizada la guerra a 65 personas: 54 ejecutados, más 11 presos que no llegaron a ver ni el paredón. Fallecer en prisión era, por cierto, una muerte mucho más lenta y cruel que la de ser ejecutado. A esta cifra deberíamos añadir otras 22 personas de La Roda que fueron fusiladas en el cementerio de Albacete. Todo ello sin contar con los más de 30 evacuados fallecidos en la localidad, la mayoría de ellos bebés, niños y ancianos procedentes de las zonas ocupadas de Extremadura, Andalucía y también de Madrid. 

     Aunque nuestro el objetivo fundamental sea la apertura de las fosas comunes de La Roda, mientras estemos en funcionamiento también realizaremos cuantas actividades sean necesarias para formarnos e instruirnos en esta materia y sobre todo, para esclarecer nuestro pasado histórico. Aparte de las pertinentes ruedas y notas de prensa para darnos a conocer en los medios, la tarea principal será continuar con la localización e información a familiares de La Roda y comarca, petición de expedientes de consejos de guerra al Archivo General e Histórico de Defensa, visita a registros civiles, etc. Solicitaremos a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica la instalación en La Roda de una de sus exposiciones itinerantes; realizaremos encuentros y actividades complementarias de formación para estudiar el fenómeno de las políticas de memoria histórica en España, Europa y en el mundo y su evolución hasta la actualidad. Otras actividades estarán relacionadas con el análisis de la represión durante la guerra (evacuados y refugiados, exiliados, muertos en campos de concentración y exterminio en concreto en Mauthausen, represión específica femenina, el caso de Andreu Nin y La Roda, etc.) y durante la postguerra y el franquismo (robo de niños, trabajos forzosos y expolio económico, muertos en cárceles, presos políticos, depuración de docentes, el maquis y la guerrilla, represión de género, procesados por el TOP, condenados por homosexualidad, etc.).

     Por no extendernos más, agradecemos a todxs vuestra presencia, os damos una cálida bienvenida y por supuesto, quedáis invitadxs a preguntar, aportar y/o participar en todas las reuniones y actividades que gustéis. Contacto: memorialarodacomarca@gmail.com