jueves, 28 de enero de 2021

Rodenses en campos de exterminio nazis

     
    Cumpliéndose 76 años de la liberación de Auschwitz, no he podido resistirme a publicar algunos datos inéditos sobre los rodenses que fueron retenidos o murieron en campos de exterminio nazis.
     Una vez acabada la Guerra Civil, no todos los que habían estado implicados en el Comité de Enlace del Frente Popular fueron apresados, torturados, juzgados y condenados. Tras sufrir innumerables penalidades, muchos consiguieron salir del país y, con ello, escapar de una muerte segura (al menos, eso pensaban ellos). Mientras tanto, las nuevas autoridades franquistas iniciaron toda una serie de pesquisas para dar caza a los fugitivos de La Roda, a la vez que confeccionaron un listado con 34 nombres de hombres en paradero desconocido que conservamos.
     Los refugiados que llegaron a Francia fueron inmediatamente asentados en campos de concentración o de internamiento como el de Argelès-sur-Mer, donde estuvieron internados casi todos los españoles. Algunos de ellos consiguieron escapar de estos lugares donde se vivía en condiciones extremas e inhumanas. Con el inicio de la II Guerra Mundial, la gran mayoría se incorporó a la Resistencia Francesa tras la ocupación nazi, organizados como cuerpos militares de las Fuerzas Francesas Libres. Estos españoles lucharon con la esperanza de que, tras vencer a las potencias del Eje, España también fuera liberada, lo cual no fue posible dada la negativa de los Aliados.
     El caso fue que, muchos de estos combatientes, al no poder huir a la zona libre, fueron hechos prisioneros y deportados a Alemania, especialmente al complejo de Mauthausen. Allí murieron 3 milicianos de La Roda: Miguel Carrizo Díaz, Juan Marchante López y Herminio Martínez Vinuesa. Salustiano Checa Ayuso, preso también en Mauthausen, tuvo la fortuna de ser liberado el 5 de mayo de 1945. De hecho, gracias al testimonio de Salustiano conocemos la trágica manera en que murió Herminio Martínez. Estando ambos realizando trabajos forzosos en la cantera de Gusen (el matadero de Mauthausen), Herminio subía cargado con un bloque de piedra cuando, exhausto, se vino abajo. De inmediato, un guardia nazi le disparó un tiro en la cabeza.
     Por su parte, Francisco Talavera (no disponemos del segundo apellido), deportado al campo de exterminio de Buchenwald, igualmente fue liberado al término de la II Guerra Mundial. En último lugar, el sobrino del alcalde Abel Amar Pardo, José León Ávalos (en la imagen adjunta) tras actuar en varios organismos de resistencia, en junio de 1944 fue detenido en Lyon por la policía francesa y la Gestapo e internado en un campo de concentración alemán (desconocemos cuál). En 1945 fue liberado y posteriormente condecorado por su papel en la Resistencia Francesa.

José León Ávalos


     


   












     Por diferentes motivos de orden político e ideológico, el papel de los republicanos españoles en la liberación de París tradicionalmente ha sido ocultado y olvidado tanto en Francia como en España. Hoy existen multitud de investigaciones historiográficas (Evelyn Mesquida, Miguel Ángel Sanz, Secundino Serrano, Muñoz de Lara, Pons Prades, etc.) que ponen de relieve la actuación de los combatientes españoles en la II Guerra Mundial y muy especialmente de “La Nueve” en la liberación de París, ocupada por las tropas nazis.
     Después de dos guerras mundiales, aparte de innumerables conflictos civiles como el español, en occidente se impuso el modelo de sociedad democrática. Como bien apunta el profesor Julián Casanova, «si los fascismos hubieran ganado, el curso posterior de la historia hubiera sido diferente», aunque por desgracia, «las tendencias autoritarias y militaristas no desaparecieron del todo y permanecieron durante décadas en Portugal, Grecia y España».
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Datos extraídos de Esteban Garví, A., (2006). Lucha por la libertad. Memorias de un luchador albacetense contra el franquismo. Albacete. IEA Don Juan Manuel; Bermejo, B. y Checa, S., (2006). Libro memorial: españoles deportados a los campos nazis 1940-1945. Madrid. Ministerio de Cultura; Casanova, J., (2020). Una violencia indómita. El siglo XX europeo. Barcelona. Crítica; y datos inéditos de Parreño Tébar, C.M, (2021). La II República y la Guerra Civil en La Roda, 1931-1939, Albacete, IEA Don Juan Manuel.

lunes, 24 de agosto de 2020

La saca de Quintanar, el Paracuellos rodense

      

 En breve publicaré todo un intenso y complejo trabajo de seis años, con mis idas y venidas. A partir de ahora iré poniendo pequeños fragmentos de algunos capítulos. Así comienza el que lleva por título, la Saca de Quintanar, el Paracuellos rodense:

        El 23 de agosto de 1936, como todos sabemos, se producía uno de los sucesos más notorios y controvertidos en la historia de la guerra civil rodense: la saca de 77 presos y el fusilamiento de 24 en Quintanar de la Orden (Toledo). Si bien los asesinatos que se producen con anterioridad son cometidos por pequeños grupos de milicianos al margen de toda ley, la saca se debe a un objetivo meticulosamente diseñado por algunos miembros del Comité de Enlace del Frente Popular en connivencia con otros milicianos de La Roda y también de Quintanar de la Orden. A continuación explicaremos detalladamente cómo se desarrollaron los hechos para finalmente hacer una breve reflexión. La información ha sido extraída de varios expedientes de los Consejos de Guerra franquistas y de la Causa General (…)

 

Relación de las personas asesinadas en Quintanar
Relación de las personas asesinadas en Quintanar



miércoles, 27 de mayo de 2020

Más asesinatos: venganzas personales y políticas en la retaguardia

     Con el fracaso del levantamiento militar y el estallido de la guerra, se inician una serie de procesos que vamos analizando por separado pero que acontecen de manera simultánea. Me refiero básicamente a la búsqueda y detención de los sublevados, incluyendo sacas y paseos, a la constitución del Comité de Salud Pública y a la incautación y colectivización de fincas, negocios y fábricas. Estos procesos ya los hemos ido viendo, quedando pendiente en adelante el análisis de la persecución religiosa en La Roda, la saca de Quintanar o la creación de los Tribunales Populares en Albacete y su actuación en La Roda.

     Centrándonos en la parte referente a los primeros asesinatos, veíamos cómo durante los meses de julio y agosto se producen los episodios de mayor violencia en La Roda. Respecto a las primeras muertes, recordar que el mismo 25 de julio ya se produce la detención y asesinato de un desconocido, probablemente un Guardia civil huído, en el pinar de La Malena. A este crimen le seguirán el de los tres hermanos Cadenas Rodríguez de Vera: Pascual el 27 de julio, y Leopoldo y César el 7 de agosto.

    Tras el asesinato de Pascual Cadenas, que ya vimos, el 6 de agosto sus hermanos Leopoldo y César Cadenas eran sacados de la cárcel-escuela por unos milicianos forasteros previo acuerdo con algunos miembros del Comité. Parece ser que por orden de Jose Antonio Valero, ambos fueron entregados a un misterioso señor de perilla. En la zona del Portazgo los suben a un camión, asesinándolos en el km. 213 más 400 m. de la carretera de Ocaña a Alicante (a unos 4 km. dirección La Gineta). Al amanecer otros milicianos son enviados a recoger los cuerpos, que son subidos a un carro atados con cuerdas y llevados al Cementerio. Según varias declaraciones, incluida la del propio sepulturero, los cuerpos iban tapados para ocultar las mutilaciones que les habían practicado.

     A partir de ahora veremos cómo a algunos milicianos no les bastaba con dar el tiro de gracia. Al ir en grupo, casi todos participaban disparando a los detenidos, por morbo, curiosidad o placer; tal vez también para practicar con armas de fuego. En ocasiones, otros se ensañarán con la víctima, procediendo a realizar burlas grotescas. Por otra parte, en estos asesinatos se evidencia el cambio de táctica. Los presos han sido entregados a unas milicias forasteras previo acuerdo con un misterioso señor de perilla, para posteriormente ser asesinados en el extra-radio de la localidad, al margen de testigos y de las miradas de los vecinos.

     Estos hechos y otros que veremos revelan, aparte de una aplicación desmesurada de la violencia más primitiva, la conflictividad e injusticias subyacentes durante el periodo anterior a 1936. En general, según Manuel Ortiz Heras, la represión de la retaguardia republicana fue más intensa en el interior agrario, donde se persiguió el poder local y a sectores sociales vinculados con etapas represivas anteriores. Dicha represión obedecía a venganzas y ajustes de cuentas acumulados en la cámara oculta de la memoria colectiva e individual. También se trataba de una violencia selectiva y clasista, encontrándonos en muchas ocasiones con que varios miembros de la misma familia son asesinados, como es el caso de los tres hermanos Cadenas Rodríguez de Vera o los miembros de la familia Collado Ballesteros, como veremos a continuación

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